Al principio parece extraño. Se siente antinatural, difícil, imposible apartar la atención de tus pensamientos. Pero luego descubres que puedes. Y la palabra «conversión» significa literalmente en latín «girar con»: «con» significa «con», «versere» significa «girar». Así nos damos cuenta de que esta conversación también es, en realidad, una comunión. No es algo que hagamos en aislamiento. Tenemos que comprometernos, perseverar y volver cuando hayamos fallado. Pero en realidad no es un proceso solitario. Aunque a veces tengamos que adentrarnos en el desierto, no se trata de aislamiento. Se trata de comunión. Porque siempre nos volvemos hacia Dios, hacia el otro, hacia la persona con la que estamos, nos volvemos hacia esta realidad de conciencia indivisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario