Entonces, la manera de poner en práctica eso (meditación), esa enseñanza particular es, nuevamente, comprometerse muy simplemente con la recitación de esta única palabra. Entonces el mantra se convierte en una guía o camino continuo o amigo y maestro a lo largo del camino. Por supuesto, el mantra no es un fin en sí mismo; el único fin en sí mismo es Dios. Pero el mantra ahora ha comenzado a revelarse como un camino en el que podemos confiar, que llegamos a amar y que podemos compartir con los demás. Este trabajo del mantra, despejar el camino a través de la resistencia del ego, despejar el camino a través de la jungla de nuestros pensamientos y los atolladeros de nuestros sentimientos, el mantra es abrir un camino. Y todo lo que tenemos que hacer es seguirlo y escucharlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario