domingo

JOHN MAIN OSB, ESCRITOS Y ENSEÑANZAS

 


A veces nos referimos a la meditación como la oración de la fe porque, durante el periodo de la meditación, soltamos todo aquello a través de lo cual sabemos quiénes somos o pensamos quienes hemos de ser. Sencillamente, dejamos partir a todas estas nociones. No hay ninguna necesidad ni de calcular el coste ni la ventaja de rescatar lo que hemos de tirar por la borda.

La gloria acompaña a la gran pobreza. San Pedro la describe como la total libertad de espíritu que nos arrasa a las presencia eterna e infinita de la gloria de Dios. Somos llamados a esta gloria, según el Nuevo Testamento, ahora, en esta vida. No es sencillamente una gloria futura. La iluminación con la luz de Cristo es una realidad presente, una nueva forma de vivir en este mundo.

Durante el tiempo de la meditación absorbemos este conocimiento de la fe de que no estamos forzados a vivir meramente en un plano material de la realidad. Aprendemos de la fe y de la generosidad de Cristo, según San Pablo, que cada uno de nosotros está convocado a este nuevo y eterno nivel de la realidad que llamamos Espíritu.

Fuente: Word Made Flesh. Silence and Stillness in Every Season, página 211.

No hay comentarios: