La teología de John Main sobre la oración está estrechamente relacionada con su teología cristiana. En una lectura previa veíamos que para John Main "el propósito de nuestra Comunidad es transmitir la tradición de la meditación. Lo que estamos transmitiendo, o queriendo transmitir, es el conocimiento de que Cristo habita en nuestros corazones". Reiteró esta comunión una y otra vez: "Jesús ha enviado su Espíritu para habitar en nosotros, convirtiéndonos en templos de santidad: Dios mismo morando dentro de nosotros. Sabemos entonces que compartimos la naturaleza de Dios".
Esta fe en el Cristo que mora en nosotros, siempre visto en términos trinitarios -Padre, Hijo y Espíritu Santo-, junto con la oración como una forma de vivenciar esta Presencia, son el fundamento de las enseñanzas de John Main. Insistió en la necesidad de abandonar los pensamientos, las imágenes, las impresiones sensoriales, que forman nuestra conciencia superficial, nuestra conciencia racional. Cuando lo hacemos, entramos en el ámbito de nuestra propia conciencia más profunda y, al mismo tiempo, a la conciencia de Jesús, la conciencia Crística. Y podemos acceder a ella, porque Jesús compartió nuestra humanidad: "El viaje de la oración es simplemente el camino que nos permite abrir nuestra conciencia humana a su conciencia humana".
No solo tenemos comunión con su conciencia, sino que también nos unimos a Él en su oración a lo divino, siempre referida a su “Abbá”, término de respeto cariñoso que Jesús emplea para hablar con y del Padre. Cuando hagamos esto, recalcó John Main, veremos que llega un momento en el que ya no hablamos de "mi oración", sino que nos unimos a Cristo en su oración al Padre. Es entonces cuando entramos en la corriente de amor que fluye entre Jesús y su Padre, que es el Espíritu Santo. "Para entrar en esa corriente de oración pura, debes transcenderte a ti mismo; debes dejarte atrás. Aprender a decir el mantra y tener la disciplina de la oración diaria es el camino que nos aporta la tradición y la forma en que nuestra experiencia nos llevará a viajar con Jesús y, a través de Jesús, hacia el Padre". La esencia de la meditación es exactamente esto: enfocar toda nuestra intención amorosa y toda la atención en nuestra palabra de oración, dejando todo lo demás temporalmente a un lado.
John Main siempre enfatizaba que la meditación es oración, pero también que no es la única manera de orar y que no es la única forma de entrar en la corriente de amor. Todas las formas de oración -la oración litúrgica o la oración personal- pueden llevarnos al silencio dentro de nuestro corazón, donde Cristo habita, donde tomamos conciencia de la Presencia Divina, donde vivimos esta experiencia pura de Dios. John Main decía: "Así que la meditación no es de ningún modo exclusiva. No le decimos a nadie que no pierda el tiempo rezando el Rosario. Lo que estamos diciendo es: entrad en la corriente pura de la oración de Jesús. Incorpórate a esa corriente por cualquier medio que puedas encontrar, ya sea el Rosario, el Vía Crucis, la Lectio Divina, o el modo que elijas”.
Kim Nataraja
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