El amor es la gran energía omnipresente de la creación. Uno de los grandes descubrimientos científicos de los tiempos modernos se realizó recientemente cuando los científicos, que estuvieron escaneando los cielos cósmicos durante años tratando de encontrar la fuente de la radiación de fondo del universo, tropezaron con ella o finalmente la encontraron. Era la prueba que buscaban, que el universo, tal como lo conocemos, surgió en un solo momento, un solo acto de creación al que llaman Big Bang, muy poéticamente. Dicen que todo lo que podemos conocer, incluido el tiempo y el espacio, surgió de esta unidad primordial, de esta concentración de energía, de materia, que explotó en este momento de la creación. A partir de ese momento de la creación se emitió una energía, una radiación, que ha invadido y recorre todo el universo. Baña el universo. No hay lugar en el universo, ni siquiera un átomo, que no contenga algo de esa energía original del acto de creación. Es una imagen maravillosa para nosotros del amor, que en la comprensión más profunda de la creación, es el origen de la creación. Dios, que es amor, es el creador.
Laurence Freeman OSB
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