Sólo podemos conocer a Dios por el amor. Ésta es la gran enseñanza de toda la tradición cristiana. Dios no puede estar contenido en ningún pensamiento, ni en ningún sistema mental o legal, ni en ningún lugar, en ningún ritual, en ninguna forma externa. Pero Dios puede ser conocido por el amor y, por tanto, debemos aprender a amar a Dios. Recuerdo que hace algún tiempo estuve con una mujer que estaba muriendo. La atormentaba el temor de no amar a Dios. Era una buena mujer que había vivido una buena vida, pero se enfrentaba a esta tremenda angustia en su lecho de muerte, y sólo muy lenta y dolorosamente llegó a comprender que el deseo mismo de amar a Dios es en sí mismo el amor de Dios. .
( Aspectos del amor 3 de Laurence Freeman OSB)
No hay comentarios:
Publicar un comentario