Cada uno de nosotros está llamado a un desarrollo ilimitado e infinito a medida que dejamos atrás la estrechez de nuestro propio ego y entramos en el misterio de Dios. [ . . . .]
El espíritu que estamos invitados a descubrir en nuestro corazón es la fuente de energía que enriquece cada parte de nuestra vida. Es el Espíritu de vida y el Espíritu de amor. La llamada . . .no es estar medio vivo, lo que significa estar medio muerto, sino estar completamente vivo, vivo con el poder y la energía fluyendo continuamente en nuestros corazones, si tan solo asumimos la disciplina para abrirnos camino hacia ello, día a día . . . . .
No debemos tener miedo cuando partimos, cuando dejamos atrás el yo y salimos al encuentro del otro. No debemos tener miedo. El espíritu de nuestro corazón, el espíritu al que nos abrimos en la meditación, es el espíritu de compasión, de dulzura, de perdón, de total aceptación. Es el Espíritu de amor.
John Main OSB
Un extracto de "Plenitud del Ser"
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