lunes

LO IMPORTANTE

Con la meditación aprendemos a estar en silencio, en calma, más centrados y percatarnos de la presencia del Amor de Dios en nuestros corazones. Este despertar ocurre por la revelación, no por nuestra manipulación. Lo que tenemos que hacer, sin embargo, es estar quietos.


Su presencia no es otra teoría más, o una teología especulativa. Es una presencia personal y dinámica que se encuentra en el corazón de cada uno de nosotros, que se encuentra solo si aceptamos estar quietos. La quietud es la puerta por donde entramos a este estado de trascendencia y encuentro con la realidad. 

Entrar a esa presencia es muy simple, y a la vez es lo más importante de nuestras vidas. Es la suprema prioridad de nuestro día y cada fase de nuestra vida se llena de la energía del Amor divino y esto significa que estaremos constantemente sanados. Vamos llegando a un estado de unidad inherente. Estamos constantemente siendo totalmente reconstruidos y, como resultado, vamos descubriendo continuamente nuevas fuerzas para seguir viviendo con esperanza en la bondad de Dios, y con la suprema confianza en que su plan se está trabajando en nuestras vidas.

Debemos estar más conscientes del destino que Dios nos da, y más valientes en responderle. Muy a menudo no logramos ver esto. Es como si estuviéramos sujetos a fuerzas totalmente arbitrarias que trabajan en nuestras vidas. Pero el plan está ahí y el plan para cada uno de nosotros es que debemos alcanzar esa madurez, medida nada menos que por la plenitud de Cristo. La meditación nos ayuda a centrarnos en el corazón del misterio divino y desde ese punto, nos vemos por dentro del mismo misterio divino – surge entonces un radical auto-conocimiento purificado.


John Main, OSB
Del libro: The Heart of Creation
Traduccion Lucia Gallon



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