Un extracto de John Main OSB, “Second Conference in CHRISTIAN MEDITATION: The Gethsemani Talks (Montreal: Christian Meditation Media, 1982), pp. 36-37.
La meditación y la pobreza en si mismo, no es auto-rechazo. No estamos huyendo de nosotros mismos; no nos odiamos a nosotros mismos. Pero para llegar a nuestra verdadera identidad —y es a esa invitación a la que respondemos cuando meditamos— debemos pasar a la experiencia radical de la pobreza personal con una entrega inquebrantable.
Y a lo que nos rendimos, a lo que morimos, en el pensamiento zen, no es el yo de la mente, sino esa imagen del yo que erróneamente hemos llegado a identificar con quienes somos en realidad. Ahora bien, esta no es una proposición que necesitemos, en el lenguaje de la Nube , “exponer con astucia imaginativa”. Pero sí nos dice que aquello a lo que estamos renunciando en la oración es esencialmente irrealidad .
Y el dolor de la renuncia será proporcional a la medida en que nos hayamos comprometido con la irrealidad, en la medida en que hayamos tomado nuestras ilusiones por reales.
Carla Cooper, 3septiembre 2022
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